Nació en Mendoza en 1948. Hija del escultor Mariano Pagés. Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano, Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón y en la Academia de Bellas Artes de Múnich. Obtuvo Beca Postgrado del Servicio Alemán de Intercambio Académico en dos ocasiones. Asistió al Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro, Academia de Brera de Milán; Academia de Bellas Artes de Hamburgo y de Barcelona. Entre 1980 y 1986 residió y trabajó en Sao Paulo y Río de Janeiro. Entre 1990 y 2004 residió y trabajó en Hamburgo. Desde 2001 ejerció la docencia en el Museo Etnológico de Hamburgo. Expuso individual en la Biblioteca Luis Angel Arango y Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá. Museos de Arte Contemporáneo de Sao Paulo, de Arte Moderno de Rio de Janeiro, de la Imagen y del Sonido y Bienal de Sao Paulo. Bienal de la Habana. Centro Cultural Buenos Aires. Feria Internacional de Arte, Act Gallery, Casa del Arte, museos de Bellas Artes y Etnológico de Hamburgo. Galerías Hulsch y Körnerpark, Festival Internacional de Cultura Buenos Aires Berlín y Arte y Cultura Latinoamericana en Berlín. Museo de Arte Contemporáneo de Santiago de Chile, Museo Municipal de Arte Moderno de Mendoza, Galería Meier de Arth am See en Suiza. Centro Gaudí de Barcelona, ArteBA. Galería Teresa Anchorena, Embajada de Alemania en Buenos Aires, Expotrastienda. Museo Frauen de Bonn, GTZ Frankfurt, International Art Association y Kunstraum Grässlin de Koln, Alemania. Centro Cultural Recoleta. Osterwalder’s Art Office y Hamburgo World Trade Center de Nueva York y Bremen. Obtuvo Primer Premio de Dibujo en el Salón Nacional de Brasil. “En sintonía con las emociones del hombre, su torbellino interior como metáfora de la vida, su relación con la naturaleza, su ambientación y circunstancias, construye a partir de su interpretación, una poética propia. Su potencial expresivo se plasma en la esencia y el proceso de su obra, gesto, color, forma, textura. La sensación visual del color en la obra de Beatriz da a sus pinturas profundidad y luminosidad. El color, la textura del lienzo y el papel de arroz, transmiten sentimientos y reacciones en el plano bidimensional de su propuesta. Un vivo colorido llena el lienzo y el tono brillante dispuesto en capas, su superposición y la consiguiente interacción e interpretación de las formas, denota una apariencia sintética y entusiasta”, Cecilia Cavanagh, Directora del Pabellón de las Bellas Artes.