Nació en Perú en 1889 y falleció en Rosario, provincia de Santa Fe, en 1933. Arribó a Uruguay en 1910 y en 1911 se estableció en Buenos Aires. Su seudónimo artístico como escritor fue Atalaya, también utilizó el seudónimo artístico Valenti, con el cual firmaba algunas de sus pinturas, con las que figuró en muestras en la Agrupación Impulso de La Boca en 1945. Arribó a la ciudad de Rosario en 1911. Herminio Blotta calificó a Atalaya como jefe espiritual de un grupo de artistas e intelectuales que operaba desde las redacciones de los periódicos y en los pequeños cenáculos en los cafés La Brasileña, el Jofré, el Sportman, el Social, entre otros. En palabras de Blotta: se afinaba la sensibilidad artística y espíritu selectivo. Allí solían encontrarse Antoniadis, Ferrer Dodero, Marín Torrejón, Melfi, Musto y Ouvrard, entre otros. De una zona de ese grupo, surgió la legendaria revista manuscrita Pagana. Fruto de sus reuniones y esfuerzos, el grupo próximo a Atalaya, el 30 de agosto de 1913, concretó en Rosario el primer salón no oficial de Bellas Artes en la Casa Blanca, un local de pintura perteneciente a Casildo de Souza, conocido por como Petit Salón de Arte Argentino. Cercano al movimiento anarquista, Chiabra Acosta batalla a favor de nuestras primeras vanguardias. Fue el primero en reconocer en profundidad el talento artístico y literario de Alejandro Xul Solar. Sus posiciones se van tornando más belicosas con el correr del tiempo y su mirada se afina. Dirigió la revista Bohemia y fue cuentista, dramaturgo y corresponsal. Fue codirector de la publicación Acción de Arte, escribió, prólogos, reseñas y ensayos en publicaciones de Argentina y Uruguay. Atalaya, murió prematuramente en Rosario en 1933, orientador de muchos jóvenes, escribió Críticas de Arte Argentino, editado después de fallecido.