Nació en Rosario en 1941 y falleció en Buenos Aires en 1996. Interesado por el arte y la mitología indoamericana, sus trabajos rescataron y actualizaron antiguas creencias, demostrando que no son ajenas al mundo actual. Utilizó metal, acrílico, madera, resina poliéster, yeso, modelado de arcilla, aluminio constituyendo su fuente de inspiración, los mitos y tradiciones del noroeste Argentino y la gran ciudad. Cautivado desde muy joven por las bellezas naturales de la Quebrada de Humahuaca, su cultura y su gente. Persistió una y otra vez en visitarla. Y en ese ir y venir, estar, compartir, sentir, logró trabar fuertes amistades en aquellas alturas. Entre sus obras emplazadas figura Viento Pampa frente al edificio de la Cámara de Comercio, tallada en madera, tomando como motivo el viento de la llanura y empleando un lenguaje simbólico, realizó una talla con formas cóncavas y convexas en una dominante horizontal, quedando así una mano, viento hendiendo el espacio. El Cristo del Abra de Punta Corral en Jujuy, que refleja los rasgos de la gente del Noroeste. “En los cuestionamientos que me he planteado desde mis primeras realizaciones, descubrí a través de las búsquedas, un divorcio entre nuestra realidad diaria y lo cultural Esta antinomia paradójica que nos afecta, se acentúa mucho más, a medida que nos alejamos de esta gran ciudad hacia nuestro interior. Y sostiene que el artista: sigue siendo aquel mago o sacerdote que en nuestros orígenes, interpretaban la realidad de su comunidad, y fue él quien elaboró los símbolos que fijó en imágenes y que nosotros recibimos como mensajes a través del tiempo y del espacio”, Dolores Mendieta. doloresmendieta.com.ar