Escultura

Molinelli, Eliana

Mendoza
Alternative Text

Nació en 1944 en Mendoza y falleció en la misma ciudad el 12 de junio de 2004. Maestra Normal y Profesora de Bellas Artes egresada de la Universidad Nacional de Cuyo en 1968, siendo sus guías Lorenzo Domínguez, Héctor Nieto, Mariano Pagés, Juan Carlos Labourdette, y Carlos de la Mota. Entre 1969 y 1972 residió en Alemania y trabajó con el escultor Hans Kindermann. Fue docente y vicerrectora de la Universidad Nacional de Cuyo. En 1989 fue becada en el exterior por el Fondo Nacional de las Artes. Artista impulsora del plan de desarme que la ONU organizó en conjunto con Mendoza siendo la primera comunidad en el mundo en organizar el plan sin haber estado en un conflicto bélico. Expuso individual y colectivamente y participó de salones y certámenes en Argentina. Concurrió al Tercer Simposio Internacional de Escultura en Cuba en 1994, Premio Alberto Trabucco en 1995 y 1998 y al Premio Marechal en 1995, Obtuvo el Primer Premio de Escultura en el Salón de la Federación de Correos y Telecomunicaciones de Mendoza en 1968, Primer Premio de Escultura en la Bienal de Artes Plásticas en Mendoza en 1972, Mención Coca Cola en las Artes y las Ciencias en 1981, Mención en el Salón Cerealista en 1981, Mención en 1981, Tercer Premio en 1990, Primer Premio en 1994 y Gran Premio de Honor en 1995 en el Salón Nacional. Tercer Premio en 1990, Segundo Premio en 1996 y Primer Premio en 1997 en el Salón Municipal Manuel Belgrano, Primer Premio en el Salón Nacional de Santa Fe en 1993, Segundo Premio en Esculturas sobre Jabón en el Palais de Glace, Primer Premio en el Concurso Municipal de Mendoza para ejecutar murales en Plaza Independencia en 1995, Mención en el Primer Salón del Deporte en el Arte de Buenos Aires en 1999, Mención en el Salón Internacional Jorge Luis Borges en 1999 y Primer Premio en el Salón Vendimia de Mendoza en 1999. “Se diría que la escultura de Eliana Molinelli se eleva como una súplica, por momentos, indignada y dolorida, testimonio de los padecimientos a los que física y espiritualmente estamos sometidos en las épocas que corren”. (Rafael Squirru, Diario La Nación, Buenos Aires 31 de mayo de 1998).