Nació en San Isidro, Catamarca, el 18 de enero de 1923 y falleció en Mendoza en 2019, donde vivió sus últimos años en un convento en el que instaló su Atelier, vestigio de su fe. Profesora de Física egresada del Instituto del Profesorado de Catamarca. A los trece años comenzó a modelar con la fuerza, dedicación y pasión. Laureano Brizuela le envió réplicas en yeso, de manos, pies y cabezas para perfeccionar técnicas y estudiar mediante la observación detenida, la estructura humana. Integró el Coro de Estudiantes de Catamarca y en un viaje del coro a Buenos Aires visitó talleres de importantes plásticos. En 1949 atraída por perspectivas laborales dejó su terruño. Se instaló en Mendoza ejerciendo la docencia hasta 1959, año en que ingresó al noviciado de la Congregación de la Compañía de María. Concurrió a clases de escultura en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Cuyo, siendo allí sus guías Lorenzo Domínguez y Héctor Nieto. Pasó a Buenos Aires hasta efectuar los primeros votos, en 1964. En 1982 se radicó tres años en Roma entregándose de lleno a la escultura ejecutando piezas de pequeño y mediano formato. Algunas de sus obras se encuentran en casas de la Congregación y otras, en la de particulares de Roma, Nápoles y Pescara. En 1985 residió en Chile, esculpió piezas de gran formato, que se hallan en Santiago, Puente Alto, Viña del Mar y Vallenar. En 1989 se instaló poco más de un año en Tokio realizando esculturas situadas en Tokio y en Jatano. En 1991, se instaló un año en Tustin, California, ejecutando piezas de tamaño natural. Pasó un año en México y regresó a Argentina en 1993. Vuelve a Italia y efectuó trabajos de diversas dimensiones. A fines de 1995 retornó al país para trabajar en el atelier de su Congregación. (Área Patrimonial del Museo de Bellas Artes Laureano Brizuela).