Nació en Monteros, Tucumán en 1970 y falleció en San Miguel de Tucumán el 10 de marzo de 1997, con apenas 26 años. En virtud de su vasto y variado legado y de los méritos de su producción, la municipalidad local declaró patrimonio cultural la obra del artista Rodolfo Bulacio y dio el puntapié inicial para un movimiento que tiende al rescate y revalorización de su obra. Desde 1986 expuso colectivamente en Tucumán, Mendoza y Rosario. Individualmente en Tucumán y Buenos Aires. Obtuvo en 1992 el Primer Premio de Pintura Mural del Centro de Estudiantes de la Facultad de Artes de Tucumán. En 1993 el Primer Premio de Grabado en el Salón Spilimbergo de Tucumán. En 1995 ganó el Primer Premio de Pintura en la Expo Tecnológica de Tucumán y en 1997, el Premio Estímulo de la Fundación Antorchas. Siempre fue creador, así como trabajaba solo, con sus pinturas y grabados, integró grupos. Con Rolo Juárez formó el dúo de performances Flora y Fauna, y después, con un grupo grande de artistas creó Tenor Graso, una línea de experiencia performática que unió el género artístico a la moda. Según Jorge Figueroa,“La obra de Bulacio siempre se ubicó entre el barroco y el pop”. Cultivó fundamentalmente el retrato y el autorretrato.