Pintura

Sottile, Alicia

Buenos Aires
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Nació en Azul en octubre de 1931. Estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata y en el taller de Vicente Forte. Trabajó con Oscar Levaggi. Actuó como jurado. Expuso en la Argentina, Alemania, Francia, Italia, Brasil y Canadá. Concurrió a salones desde 1965, participó en más de 200 muestras, en el Museo Municipal de Bellas Artes de La Plata, Museo Fra Angélico, Universidad Católica de La Plata, Pintores de La Plata en el Centro Cultural Islas Malvinas, Fondo Nacional de las Artes, Museo de Bellas Artes de Tandil y de Luján, Consejo Deliberante de la CABA, Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, Centro Cultural de Arte de Tucumán, Museo de Ciencias Naturales de La Plata, con el grupo Gaba en Galería Sese de Villanueva en Sao Paulo, Museo de Arte Contemporáneo de Curitiba y Museo de Arte de Joinville en 1986. Pintura Argentina en Miami en 1986. En 1990 y 1991 en Bonn, Berlín, Hamburgo y Múnich; París; Feria Internacional de Arte de Bolonia; Galería an Lambertihef Olbenburg de Alemania en 1993 y 1994. Obtuvo Mención de Honor en el Salón del Magisterio en 1973, Segundo Premio en el Salón La Plata en 1973 y Mención de Honor en 1976 y Primera Mención en el Primer Salón de Artes Plásticas de La Plata en 1979. “Sus primeros trabajos indican filiación neocubista. Más adelante, la abstracción se hace más tendiente a lograr una construcción menos figurativa, más sígnica, utilizando un sistema ortogonal con predominio de horizontales. Aparece de este modo el paisaje rural y urbano. Su paleta inclinada hacia los azules alude a su entorno natal. A pesar de usar un cromatismo vibrante, su color es atemperado por la incursión de tonos quebrados. El manejo de la luz, una constante en sus trabajos, es sectorizada en el campo visual, impulsando allí un despliegue total de la escala tonal en sus intervalos luminosos contrastantes. Logra condensar el signo gráfico creando una significación de lo real más concisa y de una acertada síntesis. La materia se convierte también en el elemento plástico energético, favoreciendo a través de su técnica textural la calidad perceptiva de su lenguaje. El uso del color y la estructura compositiva logran una fluidez interpretativa. Su pasión ordenadora, junto a la pulsión de contenido emocional expresan el lirismo característico de un lenguaje pictórico cuya libertad frente al modelo se manifiesta en la poética de sus imágenes”. (Rosa Faccaro; Panorama de la Pintura Argentina Contemporánea de Galería Jutta Wiegert, Buenos Aires, 1991).