Nació en Buenos Aires en 1913 y falleció en la misma ciudad en 1988. “Los canillitas, el alma de la calle porteña, tienen su pintor: Antonio Nerone, el pintor canillita, quien amó la luz humilde de su puesto de diarios y supo hacer arte con ella”, (Diario Crítica, agosto de 1933). Concurrió al Salón de La Plata en 1939 y al Salón del Paisaje Argentino en 1941. Expuso individualmente en Galería Rodin en 1945, La Peña junto a Silvia Tropeano en 1933, junto a Carlota Malanfant en la Asociación Cultural Florentino Ameghino, junto a Carlota Malanfant, Helvecia Sommariva Watenhoffer, Eugenio Limarzi y Guido Amicarelli en el Salón Municipal de Bellas Artes del Concejo Deliberante en 1934, junto a José Speroni en Nordiska en 1937, junto a Angel Isoleri, Manuel Eleuterio Navarro y Luis Augusto Chareun en el Banco Municipal en 1941, Galería Hodin en 1945 acuarelas, temples, cerámicas e ilustraciones; Salón Peuser en 1953, con Mario Anganuzzi en Galería Argentina en 1964, paisajes, junto a Olga de Gregorio, Reinaldo Rago, Alberto Rizzo y Nicola Ferosseff en el Concejo Deliberante en 1967. Ejecutó cerámicas en el taller del ceramista Valentín Cavalieri. Luis Perlotti conoció a Nerone y cuando lo descubre en la calle, dibujando sobre diarios era canillita por las mañanas y asistía a la escuela por la tarde, su condición de lisiado y de saber que su jornal era para ayudar a su familia, conmueve al escultor. Le ofrece trabajar en su estudio y enseñarle dibujo. En ese ámbito de trabajo, duro a veces, pero de hogar, con nobles superaciones, este apasionado del color y de la línea cumplía con fervor todo lo que fue ofreciéndole Perlotti. Terminó la escuela primaria y secundaria, estudió idiomas, obtuvo el título de Profesor de Inglés. Transitó la taquigrafía y la dactilografía. Perlotti lo acompañó a los médicos que lo intervinieron quirúrgicamente facilitando su recuperación. (“Luis Perlotti y su discípulo Antonio Nerone: Un encuentro paternal y generoso” de la Licenciada Marcela Gómez).