Nació en La Boca el 3 de noviembre de 1893 y falleció en el mismo barrio de Buenos Aires en 1966. Comenzó sus estudios de dibujo y pintura con Alfredo Lazzari en la Academia de la Sociedad Unión de la Boca, luego con Fortunato Lacamera, Benito Quinquela Martín y otros maestros. Concurrió al Salón Nacional de Acuarelistas, Pastelistas y Aguafuertistas, al Salón de Arte Plástico del Consejo de Asociaciones Culturales del Distrito Cuatro en la Escuela Almirante Brown de La Boca en 1941 y a otras exposiciones colectivas. Pintó rincones pintorescos de La Boca, siendo este el motivo de sus telas. Formó parte del grupo de la boca, y junto con su cuñado Fortunato Lacamera se ganaban la vida en un principio, como pintores de brocha gorda, y como muchos en esa época, su especialidad era la imitación del mármol. Pintor de estilo figurativo, empleaba una paleta en donde predominaban los tonos cálidos, en ciertas zonas produce generosos empastes, textura visual y táctil. Representante de la guardia vieja ha encauzado con el ejemplo a muchas generaciones de jóvenes orientándolas hacia el paisaje boquense que refleja con predilección e interpreta con acierto por haberse dedicado a él con preferencia. Su temática, no obstante lo manifestado, es amplia. Su técnica no ha quedado estacionada, porque es un artista que sabe marchar con el ritmo de su tiempo. Vigoroso en el empaste, brillante en el colorido, hábil en el dibujo, sus telas nos comunican algo más que lo simplemente objetivo. Es honesto en su labor y enemigo de recursos efectistas. (El Riachuelo, inspirador de artistas de Carlos A Foglia, Edición del Autor, Avellaneda, provincia de Buenos Aires, 1956).