Nació el 2 de septiembre de 1852 en Zara, capital de Dalmacia, Italia. Su maestro fue Antonio Zuccaro y egresó de la Academia de Bellas Artes de Florencia en 1872. Expuso una admirada Madonna en Trieste en 1873 copiada de un relieve de Donatello. Sus exigentes estudios se desarrollaron en medio de los debates estéticos que por entonces confrontaban, historicismos y realismo, neoclasicismo, medievalismo y orientalismo. Siendo joven se trasladó a Córdoba y allí decoró la antigua central del Banco Provincia de Córdoba inspirado en paisajes cordobeses para realizar los murales. Con elementos del Renacimiento e influencia del barroco, la conjunción de la tipología arquitectónica, la decoración interior y las pinturas murales reflejan claramente tres valores centrales: poder, prestigio y monumentalidad. En 1889 se firma un contrato con el artista para la decoración del Teatro Rivera Indarte, inaugurado en 1891, bajo el gobierno de Juárez Celman, hoy Teatro del Libertador San Martín. De estilo Renacentista en el cielorraso y paredes del invernáculo; Pompeyano en el foyer; Fantasía en la boletería; Luis XIII en la dirección; Luis XV en la confitería; Renacimiento Florentino en el salón central; Pompadour, Japonés y Turco en los cielorrasos de los tres foyer de señoras; decoración estilo Etrusco en el primer salón a la derecha y griego moderno en el segundo. Nembrini es responsable del grupo escultórico de figuras femeninas que sosteniendo una llama votiva, una lira y una trompeta, coronan el frente del teatro, así como de las esculturas interiores, muchas encargadas a la fundición francesa du Val d’Osne. Para 1890 Nembrini Gonzaga seguía pintando angelotes, mujeres recubiertas con tules vaporosos y frisos con flores exóticas. También realizó decoraciones en el Hospital de Clínicas de Córdoba.