Nació en Santiago del Estero el 26 de mayo de 1929 y falleció en los últimos días de diciembre de 2020 en Córdoba, ciudad donde residía desde 1975. Estudió con Ramón Gómez Cornet y Basilio Celestino. Perfeccionó su dibujo a partir de la copia de grandes maestros, y alternó esta tarea con dibujos que realizó del natural como los rancheríos y paisajes santiagueños. Ejecuta sus obras con características expresionistas abstractas, utiliza una pintura muy adelgazada, que en casos la chorrea y a veces la rodea con halos más claros, en forma irregular, y realizados con una pintura más compacta, utiliza manchas. El tratamiento de sus figuras es irreal, desarticulada y para los objetos adopta una forma antropomórfica. Sus composiciones son abstractizantes, informalistas. Expuso individual y grupalmente en Buenos Aires y en el interior de la Argentina. Obtuvo el Premio Adquisición Fiat Someca Concord de Dibujo en el Salón de Córdoba en 1958, Medalla de Oro Rotary Club Córdoba de Dibujo en el Salón de Córdoba en 1966, Segundo Premio Artistas del Interior en el Salón de la Municipalidad de Buenos Aires en 1972, Primer Premio y Gran Premio de Honor en el Salón de Artistas Plásticos Asociados de Córdoba en 1977 y 1978, Segundo Premio de Grabado en el Primer Salón de los Derechos Humanos de la Secretaría de Cultura del Comité Provincial de la Unión Cívica Radical de Córdoba y Primera Mención de Grabado en el Salón y Premio Ciudad de Córdoba en 1984. “Se puede ver en sus obras una permanente subyacencia de su idiosincrasia santiagueña. Forman parte de su obra los mitos, leyendas y supersticiones característicos de Santiago. Un mundo que se presenta en sus trabajos como real y fantástico a la vez, a través de insistentes apariciones de pencas y cactus que se desenvuelven en sus numerosas posibilidades formales. Con el lenguaje de la pintura Ponce realiza experimentaciones que trasladan sus motivos a los límites de la abstracción”, María Julia Oliva Cúneo.