Nació en Montevideo en 1945. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Montevideo, con Demetrio Urruchúa y Héctor Cartier en Buenos Aires. Docente en su taller particular. Expuso individualmente en el Museo Municipal Dámaso Arce de Olavarría, galerías Praxis, Ergon, Nice, Genesy de Mendoza, Krass de Rosario, ADITA, Montevideo, El Salvador, Honduras, Guatemala y Galería Jean Pierre Lavignes de París. Asistió a numerosas muestras colectivas. Sus retratos figurativos de mujeres expresan la militancia feminista que llevaría a Soto a cofundar el Lugar de la Mujer una vez finalizada la dictadura, junto a María Luisa Bemberg, Narcisa Hirsch y Elizabeth Jelin. “La pintura de Elba Soto está vinculada en ciertos aspectos estilísticos al expresionismo, aunque haciéndolo menos duro, poetizándolo casi. En ella cobra vigencia el doble ímpetu del color y la forma. Esta última, expresada mediante el diseño, es nerviosa, ágil, incisiva, no conoce el reposo y transmite la sensación de estar constantemente creando nuevas formas a partir de las existentes.El sentido que adquiere el color en sus cuadros, intenso, vibrante, vehemente. Lilas, violáceos, amarillos, naranjas, rojos, en riqueza y pluralidad de matices, son vehículos de una personalidad igualmente amplia y poética, que se despeña con la fuerza del torrente, aunque sin desbordar en inútiles excesos, y eludiendo la ampulosidad, conservando extrañamente lo íntimo, lo inalienable de cada una de las criaturas, reflejo de sí mismas casi, de sus angustias, su turbación, su dolor. De esa comprensión, de ese profundo amor por el prójimo nace sin dudas su obra; en ello está también más allá de sus valores estéticos, firmes, sonoros, su luminosa recompensa”. (Comentarios de su exposición individual en Galería Praxis en 1982; Revista Arte al Día N°12, agosto de 1982; Anuario Latinoamericano de las Artes Plásticas Arte 84, Editorial Correo, Buenos Aires 1985).