Nació en Buenos Aires en 1941. Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires y en el Pratt Institute de New York. Expuso individualmente desde 1957. Concurrió a la Bienal de Cracovia en 1970 y Venecia en 1972, Premios Braque, Ver y Estimar y Lorenzutti, Salón Nacional y Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. Obtuvo el Primer Premio de Grabado en el Salón San Fernando en 1959, Primer Premio de Pintura en el Salón de la Plata en 1960, Tercer Premio de Pintura en el Salón Manuel Belgrano en 1972, Segundo Premio de Dibujo en el Salón de Rosario en 1979, Primer Premio de la Crítica Internacional en 1979, Mención en la Bienal de Dibujo de Maldonado y Premio Bayer en la Bienal del Deporte en Montevideo en 1981. “Con rasgos que provienen del pop, pintó una serie de telas dedicadas a los próceres de la Independencia rioplatense. Figuras planas, estereotipadas, con alusiones a las láminas escolares y ciertos rasgos absurdos. En los años 1970 creó una zoología fantástica con la unión de distintas especies y rasgos humanos. Más tarde, inició la serie Rostros, con representaciones de caras que tienen partes ocultas por líneas de color o por amplios trazados espontáneos. Compuestas por figuras monumentales, en su mayoría son retratos y desnudos femeninos, enmarcados casi invariablemente por un fondo negro profundo. Tras este primer efecto la composición muestra sus fisuras como, marcadas desproporciones, fragmentos corporales que no parecen corresponderse con el todo, marcas incongruentes de edad, de género, de sexualidad. Los cuerpos desnudos de Soibelman están pintados con una paleta de colores bajos, rojizos, claros y oscuros. Las luces no afectan a los fondos que continúan siendo homogéneos y negros. Las modelos miran hacia el espectador con ojos ausentes, inexpresivos. Todo está pintado de manera sutil con finísimas capas de óleo superpuestas hasta lograr una superficie homogénea, sin marcas del pincel. Pero más allá de la pasiva presencia de las modelos, sus cuerpos manifiestan trastornos en la sintaxis y en la identidad sexual. Aparentan siempre ser el resultado de un montaje realizado con piezas obtenidas de varios cuerpos”. (Rodrigo Alonso).