Nació en San Juan el 29 de diciembre de 1880 y falleció en Buenos Aires el 2 de agosto de 1952. Nieta de Domingo Faustino Sarmiento, fue la artista quien pintó las más hermosas y sugestivas efigies y retratos notables del prócer. Hija de Faustina Sarmiento y Julio Belín. De Procesa Sarmiento de Lenoir, su tía abuela, recibió las enseñanzas del dibujo y la pintura.Demostró desde niña su inclinación por el arte. Reconociendo el talento de Eugenia, el abuelo la llevó a Buenos Aires para que continúe allí su perfeccionamiento. Acompañó a su hermano Augusto cuando fue nombrado cónsul en Amberes y demostró su entereza de carácter, cuando no quiso abandonar la Bélgica invadida hasta el final de la Primera Guerra Mundial segura del triunfo de la justicia y la libertad. Allí, continuó sus estudios y realizó nuevos trabajos tanto en Bélgica como en Holanda.El contacto con el viejo continente le permitió relacionarse con grandes artistas, recorrer museos, galerías de arte y recibir lecciones de consagrados maestros. Se especializó en el retrato, destacándose en la iconografía del prócer. Al regresar a Argentina, vivió para el culto de la imagen y memoria de su abuelo. Retratista clásica, fue reconocida a nivel mundial.También pintó retratos de personalidades de la época como Vélez Sarsfield, Francisco Muñiz, José María Estrada entre otros. A partir de 1893 hizo envíos a los salones y recibió un premio en la Exposición del Centenario en 1910, al que siguieron muchas distinciones más.Participó en numerosas muestras en San Juan y otras provincias y en Buenos Aires, en el Salón Nacional de 1912, entre otras.