Gotfried Hacker, pintor, nació en Múnich, Alemania y arribó al puerto de Buenos Aires procedente de Hamburgo, el 14 de diciembre de 1926 y se radicó en Bariloche. El proyecto y construcción del emblemático edificio del Club Andino Bariloche estuvo a su cargo. Ideó los escudos distintivos del Club Náutico Bariloche y de la Asociación de Pesca y Caza Nahuel Huapi. Junto a otros artistas cultivó una práctica convertida en hábito, que consistía en convocar a residentes y a visitantes de la región amantes del paisaje para que dejaran testimonios con pinturas, bocetos y en muchos casos, realizando muestras en la región y en salones de Buenos Aires. Hacker con el vigor de su paleta y su solvencia en el uso de tintas, hizo del Cerro López la fuente de una sanguínea y muy original producción pictórica. Fue el más silencioso, pero siempre contribuía con su presencia en las salidas al aire libre. Dos particularidades definen la personalidad de Godofredo Hacker y trascienden hasta ahora: una, es su recurrencia en pintar imágenes del cerro López con tintas y óleos, probando todo el tiempo colores y tonos. Otra, no firmar sus cuadros como si el trazo manchara la obra.