Nació en Barcelona el 3 de enero de 1906. Formado en la Escuela de Arte de la Llotja de Barcelona y en la Academia Baixas en grabado, cerámica y pintura sobre vidrio con Antonio Puerta. Permaneció desde 1940 hasta mediados de la década en República Dominicana. Su labor artística en la isla antillana fue muy diversificada; en 1940 trabajó como restaurador en la Iglesia de los Dominicos de Santa Clara y en la Catedral Primada, y ejecutó murales en el Club de Juventud, junto a retratos, paisajes, bodegones, desnudos y alguna obra de carácter religioso como la Virgen de Altagracia para la residencia de Peña Batlle. En mayo de 1944 Rovira expuso individualmente en Galería Nacional de Bellas Artes, presentando paisajes dominicanos y flores, exhibiendo obras al óleo, al temple y al fresco. Expuso también en el Ayuntamiento de Baní en enero de 1944. Se incluyó en la muestra de autorretratos que marcaba el inicio de actividades en la Galería Nacional de Bellas Artes, participó en la Segunda Bienal de Artes Plásticas y en la primera exhibición ambulante de pintura de 1944. En los años 1960 se instaló en Buenos Aires. Participó en el Salón para Extranjeros del Museo Provincial de Bellas Artes de La Plata, salones del Paisaje de la Provincia de Buenos Aires, Sanmartiniano, Municipal de Verano de Buenos Aires, San Fernando, Rosario en 1951 y Tandil, entre otros. Expuso individualmente en el Salón Municipal de Buenos Aires. (Diccionario de Artistas Plásticos de Argentina de Adrián Merlino, Edición del Autor, Buenos Aires 1954; Artistas españoles exiliados en el Caribe: el caso de la República Dominicana y Vela Zanetti, de Silvia Pérez Pérez, Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid, 2016).