Nació en Monte Rubiano, provincia de Ascoli Piceno, Italia en 1873 y falleció en Buenos Aires en 1944. En 1892, en Roma, estudió en el Real Instituto de Bellas Artes. En 1898 decidió trasladarse a la Argentina, ocupándose como Profesor de Dibujo y Pintura y adoptando luego la ciudadanía. Pintó centenares de pergaminos e incluso, ilustró álbumes donde su arte de pergaminista y el tono decorativo con que los realizaba les confería, un valor casi de verdaderos cuadros. Para cada homenaje ideaba diseños diferentes, agregando el retrato del homenajeado en miniatura. Sus pergaminos son realmente verdaderas obras de arte cuyo simbolismo y ejecución técnica, buen gusto y sobre todo, originalidad, no fueron igualados ni superados en el país. Entre otros se puede recordar los dedicados al Papa Benedicto XV y los presidentes Figueroa Alcorta, Sáenz Peña, Yrigoyen, Marcelo T de Alvear y el General Uriburu. Los mismos homenajes, los realizó para ministros, embajadores y autoridades como Getulio Vargas, Ermete Zacconi y Ricardo Rojas, entre otros.