Nació en Misión Chaqueña, a 5 kilómetros del río Bermejo y a 45 km de la ciudad de Embarcación, cabecera del municipio de igual nombre en el departamento General José de San Martín, Salta, en 1960 y falleció en la misma Misión en 2006. Primera pintora del pueblo wichi. El pintor salteño Jorge Marino, le dio las primeras instrucciones de pintura. A partir de ahí, 1995, su actividad fue incesante en este oficio y demostró que hay un lugar para ella en el espectro de la pintura Argentina. Expuso varias veces en La Casa de Salta y realizó dos exposiciones en el Museo de Arte Popular José Hernández, en conjunto con su hermano Reinaldo Prado que siguió sus mismos pasos.”Su obra la muestra tal cual fue: feliz, optimista y llena de vida y en ella se descubre la vida cotidiana de su comunidad, destacando por sobre todo, el rol de la mujer. Perteneciendo a una cultura que carece de tradición pictórica, sin darse cuenta, se transformó en una pintora costumbrista de singular encanto y una cronista visual que vuelca a través de los colores de sus obras, la alegría y optimismo de la cultura de su pueblo. Sus obras cuentan las historias de la pesca, la marisca y la recolección de los frutos en el monte. Como otros pueblos cuyo modo de producción ha sido, hasta hace poco, principalmente el de cazador recolector, Litania retrata la situación ecológica de interdependencia con la tierra y los animales, que los wichís acostumbraban a calificar de hermanos. También las actividades manuales que realizan las mujeres es otro de los temas que se reflejan con minucioso detalle en sus pinturas. Se trata de los códigos ancestrales de expresión artística que la mujer wichi plasma en una diversidad de dibujos y, combinando formas y tonalidades, teje con antiguas técnicas en yica”. Diario El Tribuno, 22 de noviembre de 2020.