Nació en Udine en 1904 y murió en Maipú, Mendoza en 1990. Estudió decoración y pintura bajo la guía de Tiburcio Donadon, exponente de la pintura clásica italiana. En 1925 se radicó en San Martín y luego en Maipú definitivamente. En 1928, se abocó a la decoración de la Catedral Nuestra Señora de Loreto, ayudado por su amigo Giovanni Giorgio Brusadin, con quien compartió la ejecución de obras y que consiste en ornamentaciones y colecciones iconografías, que conforman la decoración de la cúpula, naves central y laterales del templo construído hace más de 130 años. Las realizaciones del artista se encuentran en las bóvedas, aplicadas sobre material suspendido de madera y yeso. Material éste, que es el soporte de las iconografías y las ornamentaciones en forma de guardas geométricas y guirnaldas. En la nave central se suman las imágenes religiosas, siendo la principal una composición de la Virgen de Loreto, que se observa enmarcada por un soporte hexagonal. Asimismo, en esta parte, el sector central, hay ángeles y otras figuras. En 1934 el dúo de artistas realizó obras de arte religioso en el templo de la Merced, con los años restauradas por Miguel Soria y Adelina Tarditti. Vivió la mayor parte de su vida en una casa de Maipú, donde llamaba la atención la pintura de la fachada del domicilio. También decoró la parroquia Nuestra Señora del Carmen de San Martín, demolida en 1964. Dejó un valioso legado artístico religioso. (Diario Los Andes 20 de enero de 2015).