Nació en Tandil el 19 de septiembre de 1977 y falleció en Mar del Plata el 2 de mayo de 2021. Llegó a Buenos Aires desde Tandil en 1996 y a partir de 2000, participó de exposiciones colectivas en Belleza y Felicidad, Sentimientos 2000, Centro Cultural Ricardo Rojas, Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, galerías Ruth Benzacar, Appetite y Quimera, y en el Centro de Arte Universitario de La Plata. Expuso individualmente en galerías y museos, incluido el Museo Municipal de Artes Visuales de Tandil. En sus obras, comenzó a combinar ciertas dosis de fantasía, humor y referencias a la cultura popular tras un suave velo de melancólica desprotección. En 2007 regresó a Tandil, donde consolidó la mitología de su figura y de sus imágenes. En el universo de la obra de Alzetta, tan mágica como camp y autóctona, conviven mascotas, floraciones y atardeceres imposibles, personajes híbridos y citas a los trabajos de sus colegas, los vivos y los muertos. Se lo podría considerar un heredero díscolo del arte de los años 1990 que se desarrolló en torno a la Galería del Rojas. Reconocía como maestro indiscutido a Pablo Suárez. Para Francisco Garamona, “la pintura de Marcelo Alzetta es prodigiosa y logra encender cualquier espacio con su paleta hipnótica y desenfrenada. Desde Tandil nos sostiene con sus maravillas: el mundo entero cabe en su obra”,Perfil. https://www.perfil.com/noticias/cultura/murio-marcelo-alzetta-el-pintor-del-futuro.phtml