Naciò en Buenos Aires el 11 de octubre de 1916 y falleciò en Jujuy en 1979. Cursó sus estudios artísticos en la Escuela de Artes Decorativas de la Nación que le otorgó en 1936 su título de Profesor Nacional de Dibujo. Más tarde ingresó a la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Càrcova en donde obtuvo el título de Profesor Superior de Escultura en el año 1941. Formado con rigor académico, tuvo como maestros a los escultores Donato Proietto, Ernesto Soto Avendaño y José Fioravanti de quienes, sin duda, además del bagaje técnico y expresivo aprendió el oficio de transmitir sensibilidad y conocimiento. Ejerciò la docencia. Se estableció en Jujuy en 1956 y allí inició su intenso trabajo de artista plástico y docente. En 1961 realizó viajes de estudio y perfeccionamiento artístico sobre la escultura prehispánica a México, Guatemala, Honduras, Colombia, Perú, y Bolivia, becado por el Fondo Nacional de las Artes. Participó enel Salón Nacional desde 1939 y en otros salones de Argentina. Expuso individualmente en Galería Henry. Obtuvo Premio Estímulo en el Salón Nacional de 1939, Premio Jockey Club en el Salón Nacional y el Gran Premio de Honor Ministerio de Educación en el Salón Nacional, entre otras muchas distinciones. Escultor figurativo, clásico, eligió y transitó distintos lugares, recreando figuras humanas que constituyen parte de la temática de sus trabajos, los que realizó en fibrocemento, metal, cerámica y madera. El escritor jujeño Miguel Angel Pereira escribió sobre él, de esta manera: “Cuando Fernández Mar llegó a Jujuy, no venía solitario y desconocido, lo acompañaba una labor encumbrada por distinciones nacionales y una experiencia de ejercitada docencia artística”. Fue entonces, jujeña la entraña de sus trabajos y jujeña la humanidad de sus figuras. Piedras, arcilla, madera y bronce, sus materiales.