Pintura

Sussmann, Peter

Alternative Text

Nació en Berlín en 1927 y falleció en Buenos Aires en 2019. Llegó a la Argentina en 1938. Egresó con el título de Bachiller en el Colegio Nacional Manuel Belgrano en 1944. Trabajó como artista gráfico en las revistas técnicas Construcciones, Ingeniería, Luminotécnica y Caminos. Viajó y recorrió Chile, Bolivia y Brasil en 1953 y 1955. Expuso individualmente en galerías La Cueva en 1952, Krayd, Galatea, Aquino, El Quetzal, Peuser, Van Riel, Saber Vivir, Atica, Hotel de Las Artes, Genesy de Mendoza, Rubinstein, Radio Nacional de Córdoba y del Círculo en 1972, Salón Cogrin de Córdoba, Meridiana, Braque, Club de Buenos Aires, en Flores, Alto, La Porte, Martina Céspedes, Centro Fortabat de La Alianza Francesa, Centro Cultural San Martín, El Socorro, Casa de Iberoamericana de Holguín Cuba, Trench de Punta del Este, Arquedeco de Miami y Fundacruz de Río Gallegos, Galería Giménez de Mendoza, Instituto Chileno Norteamericano de Valparaíso y de Santiago de Chile, Salón Municipal de La Paz Bolivia en 1953, Galería Portinari y el Museo de Arte Moderno de Sao Paulo en 1954. La temática de sus pinturas tiene dos vertientes que muchas veces se superponen. La figura humana en todas sus formas: como retrato, como parte del destino humano y del paisaje, como denuncia y expresión de belleza; el paisaje en todas sus manifestaciones, desde los troncos de un bosque hasta las flores de un jardín. “Sussmann, es un pintor de mucha habilidad, capaz de aliar inteligentemente las expresiones figurativas con las que no lo son, maneja con sensible eficacia los elementos diversos, contradictorios, hasta lograr ajustadas coordinaciones de un significativo fruto” (Manuel Mujica Láinez, 1962). "A inicios de la década de los 1970 una serie de sus cuadros en los que había desarrollado un armonioso juego vertical de las formas apoyado en un color severo, controlado, sin desbordes. Desde entonces experimentó no pocas sensaciones en su imagen, pero lo que no se ha modificado y es visible en las obras en su insobornable adhesión a ese ostinato rigore que exigía Leonardo". (Osiris Chiérico, Clarín 1982).