Nació en Cantillana, Sevilla, España en 1865 y falleció en Sevilla en 1950. Su educación formal en plástica la realizó en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla y, en 1897, obtuvo una beca de la Diputación Provincial de Sevilla para estudiar en Roma. En España, perfeccionó la técnica del dibujo, dirigido por Fernández Aranda. En 1909 viajó a Argentina y expuso en Buenos Aires. En 1912 se trasladó a Córdoba, atraído por el ambiente de calma provinciana. Concurrió al Salón Nacional en 1914 y 1915. En la Argentina realizó más de diez muestras personales pintando retratos como el del Doctor Ramón J. Cárcano y una serie de paisajes, género que no había practicado hasta entonces y que comienza a desarrollar a partir de sus contactos con las serranías cordobesas. Su mayor obra fue un plafón para el Salón de Grados de la Universidad Nacional de Córdoba, sito en la Manzana Jesuítica ejecutada en 1915 y perdida por la humedad del edificio. En 1920 renuncia a su cargo de Profesor en la Academia, expuso en Rosario y Buenos Aires y en 1923 impulsado por el deseo de concretar una serie de pinturas sobre las regiones españolas, regresó definitivamente a su tierra natal y emprendió el proyecto de pintar quince grandes trípticos alusivos. Por más de cuatro años los trípticos fueron expuestos en Madrid. Estas obras reflejan un cierto desapego al romanticismo y sus personajes evidencian una gran energía. Su producción posterior se centró en temas costumbristas, y además cultivó el retrato y el paisaje mostrando en algunos de estos, la influencia de Sorolla. Entre los años 1929 y 1936, realizó varios viajes a Marruecos los que motivaron una abundante producción pictórica con aires orientalistas.