Si bien nació en Génova (Italia) en 1886, Tito Benvenuto estuvo indisolublemente ligado a las artes plásticas de Rosario (Provincia de Santa Fe), donde se radicó en 1900 y vivió hasta su muerte (1957). Allí se formó, en la Academia “Domenico Morelli” junto a Mateo Casella, con quien estudió dibujo y pintura, pero luego fue desarrollando su personalidad como autodidacta, a través de una obra muy personal, que comenzó a enviar a los salones nacionales a partir de 1937. Al mismo tiempo estuvo muy integrado a los artistas de su generación, a través de la fundación de la Agrupación de Artistas Plásticos Refugio (1932) que encabezaba Antonio Berni, junto a sus colegas Grela, Gambartes, Musto y Ouvrard, con fuerte compromiso común en la temática social y política. Fiel a esos principios, basó su obra en la ciudad y el paisaje rosarinos, sus barrios, viviendas, barrancas y los suburbios humildes, con temas intimistas como patios y casas. Sus espacios están despojados de toda presencia humana, que aparecen siempre en silencio y reposo, con un lenguaje sobrio, de serenos verdes, y una sólida estructura en la composición geométrica, dentro de su tendencia al planismo en la que parecería intuir el cubismo. Con sencillez y austeridad, es el suyo un tratamiento delicado y cromático de luces y sombras. Suele vinculárselo al ingenuismo.