Pintura

Vieytes Josseaume, Zaira

Buenos Aires
Alternative Text

Nació en Buenos Aires en 1946. Hija del pintor Enrique Vieytes, reside en París desde 1978. Discípula de Horacio Butler y Raúl Rossi. Becada por el gobierno de Polonia estudió en la Escuela de Bellas Artes de Cracovia y en el Teatro Studio de Varsovia bajo la dirección de Josef Szajna en 1977 y 1978. Expuso individualmente en galerías Lirolay, Sara García Uriburu, Palatina, Van Dyck de Rosario, Studio de Varsovia, Maly Ryneck de Cracovia, Ploemb Delft, Gouden Hand Dokkum y Claes de La Haya, Greca de Barcelona, Fallet de Ginebra, des Amis des Arts de Neuchâtel Suiza; Buci, de Monde France Culture, Liliane François y Nicole Bellier de París, Expression de Lyon y d’Aragon de Montpellier; Museo de Arte Moderno de Mendoza, Centro Cultural de Neuquén, Centro Municipal de Cultura de Viedma, Museo de Arte Moderno de San Juan; Maison de l’Amérique Latine, Château de Cabidos de Arzacq, Museo de Arte Contemporáneo de París y de la Tour de Babel à nos Jours en la Torre Eiffel. Colectivas en Buenos Aires, Rosario y San Juan; Bogotá, La Habana, Cracovia, Barcelona, Berlín, Ginebra, Le Touquet, París, Toulouse y Pape de Francia. Salones de Bocetos en el Museo Municipal de Bellas Artes Eduardo Sivori, Jóvenes Artistas de la Fundación San Isidro, Centro Cultural San Martín, Morón, entre otras. Obtuvo el Primer Premio en el Salón Municipal Manuel Belgrano en 1971, Primer Premio a la Joven Pintura en el Museo Nacional de Bellas Artes en 1973, Primer Premio en el Salón de San Fernando en 1974, Gran Premio Air Inter de Pintura d'Art Contemporain International en Toulouse en 1990, Primer Premio de la Crítica y del Público en al Salón de Arte Latino de Sao Paulo en 2004 y Premio a la Vocación Académica en la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires en 2005. “La pintura es, para Zaira emocional, exploración que dice la sensualidad de la relación con el mundo. Nada es abstracto y geométrico, todo es fuerza y expresión vital, vibrante materia y exuberancia en un festín de formas primitivas, de colores y de superficies generosas donde se mezclan pinturas, arenas, cemento y pigmentos. Miren esos voluptuosos banquetes, esas ánforas pesadas y plenas, esos frutos que rebozan de deseo y de sol, esas arquitecturas ocres inundadas de cálida luz, esos caballos enjaezados como en la guerra o bailando y girando como en una calesita”. (Gilles Lipovetsky).